lunes, 17 de enero de 2011

Hagamos ruido tú y yo.




"Haciendo ruido a más de tres de la mañana.
Haciendo ruido, y nos molestó la guardia urbana."


La felicidad no la trae únicamente la pareja, ni siquiera el amor.
La felicidad te encuentra. Te persigue en los buenos amigos, en los que empiezan a serlo, en los que seguro lo serán; en tu casa, por la calle; en las sonoras caracajadas, en el sorprendentemente tranquilo silencio de los sábados por la mañana; en quienes te arrancan una sonrisa y en quien te la sacó alguna vez.
Te la trae una cena, un viaje supuestamente corto en coche, trabajar en algo que te gusta, una canción, unas fotos, grabar algunos vídeos... el día a día.

Empeñarse en sonreír todo el rato hasta sentirse estúpido sólo cuando se está enamorado si es una estupidez.
Creyendo estar enamorado es más fácil sonreír; pero es mejor y más fácil enamorarse de alguien feliz. Entonces tendrás más motivos.

"Hay escaleras de por medio. Me es igual, me puede el nervio"

3 comentarios:

  1. holaa que blog mas chulo, te sigo. pasate

    ResponderEliminar
  2. O mas bien somos nosotros los que perseguimos la felicidad, ya que vivimos por ello...
    Me ha gustado, te sigo :)

    ResponderEliminar
  3. ¡Qué gran verdad! Pero la humanidad otorga al amor la capacidad de ser feliz y viene siendo así desde hace siglos (sólo fíjate en la literatura).

    Cierto es que te otorga parte de ella pero no la totalidad y cuando se va el amor, no tiene por qué borrar tu sonrisa.

    Me gustó mucho este post (entre otros) y me ha convencido para seguirte.

    Pásate por http://locuraporfilosofia.blogspot.com

    ResponderEliminar