jueves, 30 de diciembre de 2010

Bendito insomnio.

Un par de noches sin poder dormir. Garabateando, tumbada, en una libreta que me encantaba ( y me sigue gustando) que no utilizaba por miedo a terminar; cosas de niños, supongo.
Escribiendo unas dos o tres páginas de sinsentidos por noche antes de conciliar el sueño.

2:46 de la noche, a esas horas me doy cuenta de que es cierto.
Leer da sueño, y escribir ( y los sentimentalismos) ganas de soñar.


FELIZ NAVIDAD

viernes, 24 de diciembre de 2010

Vive de fingir que rescata a las que caen y se pierden en sus ojos

Rematadamente guapo, bastante idiota, mujeriego y fiestero empedernido, arrogante, ejemplarmente superficial, misterioso o sucedáneo de lo mismo y condenadamente atractivo.
Así es, o ha parecido ser hasta el momento, el muy imbécil. A pesar de que abrir la boca y un afeitado lo hagan cambiar lo mismo que del cielo a la tierra y que suela ser para peor.

Sinceramente no sé que me "molesta" más, que él sea así o que yo no sea capaz de negárselo a nadie que me pregunte.

En fin, por ahora ( y exceptuando algunos "retos" no cumplidos, declarados por la "vox populi") es un capullo con suerte.

¡Ah! y rematadamente guapo.

jueves, 23 de diciembre de 2010

Lo que realmente importa.

Recibir noticias de alguien a quien añoras, tener el tiempo suficiente para llegar a echar de menos a alguien, tener muchos a quienes echar en falta, y que a tus oídos llegue un "te he echado de menos"...

"Buenos días por la mañana" y una sonrisa como respuesta.

¿Qué tal el fin de semana? ¡Genial! ¿Y el tuyo?.

Irse de la cabeza haciendo supuestos planes de futuro, y no tan futuro, que acaban con todos nosotros comiéndonos el mundo.

Haber muchísima gente y encontrarte con ellas de repente.

Pensar " no te hagas el loco que sé que me has visto de frente" y un cómplice guiño de ojos a modo de "estamos de suerte".

Un par de cervezas y la promesa de invitar la próxima vez, así hay un pretexto para quedar de nuevo.

Una cena, de esas de sobremesa eterna.

Una comida, de las que empiezan con el sol en lo más alto y acaban cuando ya se esconde.


"Rodearse, codearse con gente corriente. Saber que lo importante son las personas; unas veces las dan, y otras veces las toman"
Más cerca de volver a subirme a un escenario y de no volver a hacerlo, seguramente, en mucho tiempo también.
Me cuesta buscar otro lugar donde seguir bailando; me cuesta reconocer que, tarde o temprano, voy a tener que despegarme de éste. Volveré y aguantaré cuanto pueda por mí y por quienes me han aportado tanto.
Lo voy a echar mucho de menos.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Ce la vie.

¿Se puede saber quien me acorta los meses cada vez más?
Ayer empezaba las clases en la universidad, anteayer estaba en la playa y hoy sólo soy capaz de distinguir luces intermitentes y grandes muñecos colgando de los balcones.
¿Alguien me explica porque mi juventud se empeña en correr de este modo?

La eternidad que suponían las pesadas semanas con más trabajo que tiempo para llevarlo a cabo, todas los momentos con la gente que aprecias, las fiestas, los ratos y horas muertas y el largo etcétera que han compuesto los últimos meses son ahora un chasqueo de dedos, bastantes sonrisas y algo que, en un par de parpadeos más a este ritmo, se convertirán en recuerdos entrañables y un irrevocable deseo de rejuvenecer y volver atrás.

Me soprende la veritiginosidad con que ha ocurrido todo cuando echas la vista atrás, y más aún cuando crees que lo estás exprimiendo, disfrutando, viviendo...

A veces parece que se me acaban los botes, las latas, los vasos, las copas, las tazas, los jarrones, los cajones, los álbumes, cualquier otro objeto, todo aquello que pueda contener mis recuerdos... pero de repente suena algo, sueñas algo, alguien habla, un aroma queda suspendido, cambia el tiempo, se apaga la luz, pasa un coche, se rompe un vaso u ocurre cualquier otra cosa y algo en tu cabeza se ilumina, gira, explota... y sonries. Sonries porque quieres a ese recuerdo y a quien lo compone; o lloras porque lo echas de menos; o te dan ganas de bailar porque así lo sientes.

Doy gracias a la vida, a estar viva, por todo lo que deja que ocurra, por todo eso que te lleva a lo que pasó y por todo eso que te llevará a otro genial recuerdo que ella misma provocó.

Así es, soy una enamorada de la vida, de lo rápido, de lo breve y de todo lo que estar viva me brinde; y ante todo soy la que no piensa dejar pasar nada de nada sin vivirlo y saborearlo lo mejor que pueda.

Demasiados días que pasarán demasiado rápido, eso es lo que nos queda por vivir.

Espero encontrarme con más de uno disfrutando de la carrera que es perseguir a la vida.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Si mi, si mi, si mi rima quiere.

Uno de los pocos poemas que me gustan realmente.
"Hay momentos de soledad en que el corazón reconoce, atónito, que no ama.
Acabamos de incorporarnos, cansados: el día oscuro.
Alguien duerme, inocente, todavía sobre ese lecho.
Pero quizá nosotros dormimos…
Ah, no: nos movemos.
Y estamos tristes, callados. La lluvia, allí insiste.
Mañana de bruma lenta, impiadosa. ¡Cuán solos!
Miramos por los cristales. Las ropas, caídas;
el aire, pesado; el agua, sonando. Y el cuarto,
helado en este duro invierno que, fuera, es distinto.
Así te quedas callado, tu rostro en tu palma.
Tu codo sobre la mesa. La silla, en silencio.
Y sólo suena el pausado respiro de alguien,
de aquella que allí, serena, bellísima, duerme
y sueña que no la quieres, y tú eres su sueño."
                                                                                     El Sueño, Vicent Aleixandre.

Me he acordado hoy de este poema; uno de los que más me gusta dentro de "Historias del corazón", un recopilatorio de poemas de Vicent Aleixandre.

Arranca el fin de semana y espero que sea mejor que el anterior, que se alargó lo mismo que una semana lectiva.
Me esperan un par de días ajetreados pero ligeros, la dinámica activa me funciona genial así que nunca me resulta pesado aunque si "me freno" la pesada maquinaria que son mis horarios se va hundiendo.
En fin, prefiero lo que algunos llaman "stress"; el ritmo "nonstop" me hace sentir más viva y aprovechar más el tiempo.
Os deseo buen fin de semana y os recomiendo una buena dosis de ritmo "nonstop" de vuestro gusto.
Ciao bellos.


martes, 7 de diciembre de 2010

Poner un ritmo y dejar que me queme.

No hay nada más hermoso que una habitación vacía, un cuerpo y un alma que suspira por sentir una nota y empezar a fingir que nada más importa.


La semana entera de baja me está matando; necesito bailar ya.
Quiero volver al conservatorio y salir de clase echa polvo; lo creáis o no eso me da la vida, disfruto.
Es la única cosa en mi vida que siempre (y siempre es siempre, desde los cinco años) he hecho porque quiero. Amo la danza; bailo por gusto, por satisfacción personal, por liberación.

Tengo ganas de volver a bailar y de encontrarme con ellas, por supuesto. Son tantas horas y tanto trabajo juntas que enseguida las echo de menos; la verdad no se que voy a hacer al año que viene...
Acabaré el grado profesional antes de que empieze el verano; llorando, seguro.


En fin, más de una semana para esto. Claramente enclaustrarme me merma la creatividad.
Los post operatorios, por leves que sean, no sientan bien a nadie.


Espero que el  esperado puente os esté yendo genial.
Con montar el árbol de navidad y el Belén yo me daré por satisfecha, tampoco tengo ganas de hacer mucho más.

Disfrutad de lo poco que queda de respiro y de lo poco que queda hasta las vacaciones de Navidad, absolutamente todo tiene su encanto.